Editorial
Por: Ing. Eugenio Androvetto, Director de Protección Radiológica y Salud Ambiental del Ministerio de Salud.
Cuando el ingeniero eléctrico estadounidense Jack Kilby creó las bases de la electrónica moderna con la invención de su primer circuito integrado, en 1958, hace ya 64 años, era difícil creer la manera en que esta invención revolucionaría la industria de los aparatos eléctricos y electrónicos y de qué manera el posterior proceso de miniaturización de los componentes electrónicos llegaría a poblar los mercados mundiales y a crear todo tipo de artefactos para una increíble cantidad de usos que aún hoy nos sorprenden.
La evolución ha sido tan arrasadora, el entusiasmo tan absoluto y los adelantos tan evidentes que probablemente la cautela y el análisis de los impactos ambientales y sociales asociados al consumo masivo de aparatos eléctricos y electrónicos nos tomó desprevenidos durante muchas décadas, tantas quizá que hoy estamos en déficit por esta falta de atención que hoy nos obliga a encontrar respuestas rápidas, efectivas y oportunas para los desafíos que nos plantea el masivo desarrollo de este tipo de aparatos y su posterior gestión una vez que ha finalizado su ciclo de vida.
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Evolución del uso de los aparatos eléctricos y electrónicos
Nuestro país no ha sido la excepción y hoy estamos en una carrera contra el tiempo para atender lo que mundialmente se reconoce como una emergencia real, que es encontrar las vías y medios óptimos para gestionar nuestra extensa huella ambiental generada por los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Según el Monitoreo Regional de los Residuos Electrónicos para América Latina, somos un líder en consumo de AEE entre 13 países de Latinoamérica. Es claro que estamos ante un problema que no podremos resolver desde las individualidades, sino más bien a través de las sinergias empresariales, institucionales y organizacionales.
Con la creación de este boletín mensual CIRCUITO RAEE, tenemos la expectativa de generar conexiones como “circuitos integrados” por los que fluya la energía de las partes para crear las condiciones necesarias para una óptima gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, y alineados con nuestra RAEELUS- Ticus.
Esperamos que este boletín sea de utilidad y se convierta gradualmente en un instrumento que nos ayude a seguir de cerca el acontecer, los progresos y las metas y desafíos que plantea la correcta gestión de los RAEE.
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